El futuro es ahora

A los 26 años, Agathe Romain, de Grudziądz (Polonia), ya es una consumada customizadora. Ahora espera inspirar a más jóvenes para que persigan sus propios sueños llevando su pasión hacia nuevas direcciones

ASÍ SE LO CONTÓ A JEREMY PICK

Me fascinan las motos desde niña; hace seis años personalicé mi primera moto, y a partir de entonces tuve claro lo que quería hacer el resto de mi vida.

Me encantaría poder decir que empecé mi aventura sobre dos ruedas con algún modelo clásico, pero la realidad es que mi padre me compró una scooter y me enseñó a conducirla. En cuanto pude sacarme el permiso de conducir, me compré una scooter Yamaha de 125 cc, que luego convertí en una bobber.

En poco tiempo, conseguí comprar una moto base para mi siguiente proyecto, una Yamaha XS400, y allí comenzó mi viaje. Encontré un trabajo con un tipo que restauraba viejas motocicletas rusas y alemanas, con el que aprendí mucho, y poco después abrí mi propio taller de reparación y personalización de motocicletas con mi viejo amigo Kamil, con el que todavía trabajo.

No tardé en reunir el dinero suficiente para comprar la moto de mis sueños: una Harley-Davidson^® Sportster^® de 2002. En poco tiempo me encontré desmontando el motor y rápidamente me di cuenta de que el propietario anterior lo había subido a 1200 cc, así que en realidad había pasado de una 125 cc a una 1200 cc, ¡un cambio bastante grande!

Mi moto personal actual es otra Sportster, aunque del modelo original sólo queda el motor. La base es un chasis rígido Paughco con una suspensión delantera Springer de muelles, rueda delantera de radios de 21 pulgadas y un freno de tambor como en las antiguas WLA. He fabricado artesanalmente muchas piezas, como el depósito de aceite, el asiento, el manillar y el escape. El arranque eléctrico-Bendix se activa mediante una varilla que atraviesa la tapa y que está unida a una pequeña figura de María Magdalena, de ahí el nombre de la moto: Flying Mary. También decidí pasar el cambio de marchas a la derecha utilizando un sistema de varillas de latón activado por una figura de mujer desnuda; este componente era en realidad un candelabro de latón fabricado por mi abuelo. La Flying Mary tiene muchos detalles de latón, desde los puños y las torretas hasta las palancas, las tapas y la caja del filtro de aire; incluso el silenciador está hecho a mano a partir de un viejo proyectil de artillería de latón. Todo en ella es acero o latón en bruto: ¡el único elemento pintado es la llanta trasera de color verde menta! La moto despierta un gran interés y admiración allá donde va.

Para mí, crear una moto personalizada consta de varios pasos. Antes que nada, decido una dirección estilística en mi cabeza. A partir de ahí, elaboro un dibujo sencillo y luego desmonto la moto donante para obtener un “esqueleto” limpio al que pueda empezar a añadir elementos. ¡A veces, lo único que queda de la moto donante es el motor! El resultado final puede ser a veces muy diferente del concepto original; en ocasiones cambio mucho de opinión hasta conseguir el efecto impactante que busco. Me inspiro en diversas fuentes, a veces en cosas que no tienen nada que ver con las motos; por ejemplo, los casquillos de proyectiles y el candelabro de latón de mi moto actual. Una vez que estoy satisfecha con el diseño final, monto la moto para asegurarme de que todo encaja, y luego la desmonto de nuevo para chorrear, pintar y cromar.

Empecé a participar en eventos de motos en 2018, cuando mi compañera Agnieszka y yo llevamos una de mis creaciones a la feria anual Kustom Konwent en Wrocław, Polonia. Me encanta el ambiente de este evento anual y la gente increíble que participa en él. Gané el primer premio con mi Sportster en la categoría de mejor moto, así como un premio adicional especial de los expertos del sector. Hoy ambos galardones ocupan un lugar preferente en mi taller, junto a los otros premios ganados con mi chopper Pearl Diamond y con otro proyecto de Sportster, la Golden Bastard.

El invierno pasado empecé a pensar en qué actividades podría emprender que no dependieran tanto de la situación económica actual. Agnieszka me inspiró; ella trabaja en una funeraria, y me di cuenta del cuidado con que la gente elige una urna o un ataúd como último lugar de descanso para sus seres queridos. Pensé para mis adentros: ¿Por qué no hacer algo para los motoristas que refleje esa misma pasión? Así nació Last Ride Urns. Pedí las piezas y me puse a trabajar. Ahora produzco urnas a medida basadas en depósitos de gasolina o cilindros de motor Harley-Davidson, a menudo con fileteados y placas de matrícula personalizadas.

Hacer estas urnas conmemorativas personalizadas es un proceso complicado, pero cuando envío una a su destino final, me siento bien sabiendo que alguien aprecia tanto el arte de Agnieszka y el mío como para elegir esto para alguien que significa tanto para él. Hace poco terminé una urna para una señora de Canadá, utilizando un depósito de Electra Glide^® sobre una base de nogal bruñido, pintada con los colores de la querida pick up de su padre.

También me inspiro en costumbres actuales, lanzando una colección de fichas no fungibles (NFT) llamada Rotten Rat City, con gráficos únicos y obras de arte del renombrado artista de Kustom Kulture Buster Wise. Estas NFT se basarán en motos temáticas únicas construidas originalmente por mi empresa, Agathe Romain Customs, y se ofrecerán únicamente a los miembros de Lost Riders, nuestra comunidad de NFT. Estamos encantados de ser uno de los primeros equipos de motos personalizadas que entran en este nuevo y excitante espacio. Es un proyecto de varios años, y no podemos revelar todos los detalles de inmediato, ¡pero es realmente excitante explorar el potencial del metaverso!

El comienzo de mi viaje fue duro. Sólo había unas pocas personas que realmente creían en mí, mientras que la gran mayoría decía que debía conseguir un trabajo normal y seguro. Después de todo, ¿qué futuro tiene una chica que quiera trabajar en el mundo de la moto? Me limité a apretar los dientes y a enfrentarme a las dificultades que iba encontrando por el camino. Hoy siento que la gente aprecia mi trabajo, pero nunca olvidaré a los que me apoyaron y tuvieron fe en mí desde el principio cuando no tenía nada, especialmente Agnieszka, mis padres y Kamil. Ahora hago lo que me gusta, ya sea customizar motos, hacer urnas o trabajar en el proyecto NFT. No tengo la sensación de ir a trabajar y me siento muy realizada. Creo que la vida sin pasión no tiene sentido, así que estoy decidida a seguir mi sueño y a no dejar que otros repriman mi deseo y mi impulso. ¡Espero poder inspirar a otras jóvenes a hacer lo mismo!