De vuelta sobre la moto

Michael Legris llevaba casi dos décadas sin montar en moto cuando decidió hacer un viaje en solitario de Irlanda a la Península Ibérica para asistir a la boda de un amigo

Tras 17 años, por fin he vuelto a ir en moto, nada menos que en una Road Glide^® 2024. Llevaba muchos años queriendo tener una, pero tardé en reunir los medios para cumplir mi sueño.

Todo empezó en 2023, cuando me invitaron a la boda de un amigo en Almería, España. Yo soy francés pero vivo en Irlanda, y pensé que sería un viaje estupendo, sobre todo porque nunca había ido más allá del norte de España.

No quería volar ni ir en coche: vi la oportunidad de hacer un enorme viaje por carretera, una vez en la vida. Así que vendí mi coche, compré uno viejo y conseguí financiar mi nueva Harley^®. Tomar posesión de esta bestia después de tanto tiempo fuera del sillín me dio miedo al principio, sobre todo cuando el vendedor me invitó a probarla por los alrededores de la tienda. Pero al cabo de uno o dos kilómetros, me sentía como en casa sobre mi máquina y tenía una enorme sonrisa en la cara. Y encima, había comprado la moto en Francia y tenía que conducir de vuelta a Irlanda al día siguiente.

Sólo me quedaban dos meses para planificar mi viaje, con un presupuesto limitado, por supuesto, pero estaba seguro de que sería épico. El plan consistía en salir de Irlanda en ferry hasta Bilbao, pasar una noche en Zaragoza, y luego madrugar para bajar en moto hasta Almería. Pasé tres noches en Almería, celebré la boda de mis amigos y luego seguí la costa hacia el norte, parando en Tarragona otras tres noches.

Al llegar a Bilbao después de 30 horas en el ferry, pasé de un tiempo gris e irlandés a un hermoso cielo azul con vistas a las montañas y una fantástica carretera por delante. Recorrí unos 500 km hasta una simple parada de camiones para pasar la noche, experimentando una combinación de fuertes chaparrones y sol. Al día siguiente, me detuve en Harley-Davidson Murcia y me sorprendió el cambio de paisaje: pasé del verdor al desierto, con muy poca vegetación. Sentía como si estuviera en un continente completamente distinto y que me recordaba a las viejas películas del oeste.

Después de la boda, disfruté de un día recorriendo en moto el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, probé el mejor atún que había probado nunca y contemplé unas vistas espectaculares del Mediterráneo a lo largo de una carretera plagada de acantilados. Luego llegó el momento de empezar a regresar y girar hacia el norte, hacia Miami Platja, pasando por los concesionarios de Alicante y Valencia. Había elegido el pueblo simplemente porque el nombre era divertido, pero descubrí joyas turísticas locales y acabé quedándome más tiempo del previsto. Había palmeras por todas partes y encontré hermosas carreteras para disfrutar de la moto y playas vacías, cada una con un pequeño chiringuito.

Pasé cuatro días explorando la zona alternado con obligaciones laborales a distancia, y luego llegó la hora de partir. Resultó ser la mejor experiencia en moto que he tenido hasta ahora: cruzar los Pirineos para visitar a mi familia y amigos cerca de Toulouse, Francia. Atravesé las altas montañas y los puertos de montaña cercanos a Andorra, por carreteras sinuosas, a través de túneles y subiendo collados con vistas fantásticas.

La semana siguiente la pasé reuniéndome con amigos y yendo en moto con ellos, antes de continuar hacia la ciudad medieval de Sarlat-la-Canéda: era como pasear por el plató de la película La Bella y la Bestia. Después de pasar tres días allí, fui a ver a mis padres a Saint-Omer, en el norte de Francia, donde había comprado mi Road Glide. También me uní al Opale Shore Chapter en una de sus rutas semanales. Pero tras una semana allí, llegó el momento de la última etapa de mi viaje.

Mi regreso a Irlanda fue sencillo y me detuve a hacer fotos en 10 concesionarios diferentes mientras cruzaba el Reino Unido. Estoy deseando recibir mi insignia a finales de año. He recorrido 13.000 km en cinco meses y me encanta conducir mi Harley; comprarla ha sido la mejor decisión que he tomado. Puede que éste haya sido el viaje de mi vida, pero ahora sueño con más aventuras épicas…

Puedes seguir las aventuras de Michael a través de @mikerideseu