Contra viento y marea

Cómo Piet y Nicole encontraron la felicidad con su Tri Glide^®

Texto: Knut Briel
Fotos: Nicole Hoffmann, Chris Jones y Hagen Pietsch

Piet Marks creció en la región alemana de Münsterland, en lo que él describe como un “hogar familiar muy conservador”. Esto sentó las bases para una vida bastante sencilla para el joven, pero, como suele ocurrir en la vida, todo resultó ser muy diferente. Unos cuantos incidentes impredecibles y bastante desafiantes causaron algunos cambios de guión en su vida, pero el ahora sexagenario lleva una plena vida nómada: él y su esposa Nicole recorren Europa desde su casa en la costa del Mar del Norte de Frisia Oriental con su autocaravana y su trike H-D^®, apodado “Bonnie”. Este final feliz se debe sin duda a la tenacidad y perseverancia de Piet, pero la marca Harley-Davidson y el Harley Owners Group^® también desempeñan un papel importante en la historia.

El primer punto de inflexión en la vida de Piet se produjo cuando se mudó de la casa de sus padres a los 16 años para ingresar en un internado y completar un curso de formación preescolar de dos años para aspirantes a enfermeros. “Aunque terminé mi educación escolar con una nota media alta, no conseguí un puesto de trabajo después”, explica Piet. “Los enfermeros simplemente no formaban parte del plan de sanidad en ese momento”. Sin embargo, Piet encontró una solución a sus aspiraciones profesionales: se alistó en el ejército alemán como soldado raso y se formó para ser sargento médico.

Piet ha estado interesado en las motocicletas desde que era niño. Ya andaba en ciclomotores a los 14 años, ilegalmente, por supuesto, lo cual era bastante problemático para el hijo de un policía en una ciudad de clase media. Cuando se unió al ejército, pronto tuvo suficiente dinero para hacer realidad sus sueños de dos ruedas. A los 22 años, Piet obtuvo su permiso de conducir y disfrutó mucho montando en moto, incluso con mal tiempo. Y así fue durante un invierno cuando el viaje de su vida dio un segundo giro.

El 15 de febrero de 1989, Piet se dirigía en su motocicleta al cuartel militar cerca de Bremen cuando fue arrollado por un coche conducido por un joven borracho. Piet sufrió una doble fractura de pelvis, varias costillas rotas y su pierna izquierda resultó tan gravemente herida que le tuvieron que amputar la parte inferior y tuvo que llevar una prótesis a partir de entonces. Siguieron meses de rehabilitación. “Por supuesto, ese fue el final de mi carrera militar”, recuerda Piet. “Me llevó tres años averiguar cómo debía enfocar de nuevo mi vida”.

Luego tomó dos decisiones importantes: a pesar de su discapacidad, asumió el arduo trabajo de enfermero geriátrico y compró una Harley-Davidson^® Electra Glide^® con sidecar, que modificó para poder cambiar de marchas con la mano con la ayuda de algunos amigos. “Era una solución bastante rústica con una larga palanca para el cambio, ¡pero funcionaba!”, dice Piet. “Disfrutaba mucho con la moto y en aquel entonces me di cuenta de que me gustaba mucho el estilo de vida asociado a Harley-Davidson”.

Sin embargo, pasaron años antes de que Piet pudiera realmente disfrutar de su nueva pasión: todavía había demasiadas cosas que resolver en su vida. Después de 10 años cuidando a personas mayores, se volvió a formar para trabajar en la administración de una clínica infantil. La Electra Glide tuvo que dar paso a otros planes e inversiones y hubo que venderla. Nicole entró en su vida y el centro de su mundo se trasladó al extremo norte de Alemania. Sin embargo, el anhelo por las motos permaneció. “Quería volver a conducir una moto solo”, explica. “Afortunadamente, el progreso técnico nunca se detiene, ni con las prótesis ni con la adaptación de las motos a las necesidades de las personas con discapacidad”.

Una prótesis de nuevo desarrollo con una articulación especial de rodilla le ha dado a Piet mucha más seguridad y movilidad, y le animó a pedir una Harley-Davidson Breakout^® en 2017 y a adaptarla a las nuevas necesidades: “Fue una gran experiencia volver a las dos ruedas. La única desventaja era que yo estaba constantemente en la carretera cuando tenía tiempo y el tiempo era bueno, mientras que mi esposa tenía que quedarse en casa”.

Las leyes alemanas no permiten a una persona con prótesis llevar a nadie de pasajero en una motocicleta. Así que con Nicole, se pusieron manos a la obra y compraron una Harley-Davidson Tri Glide^®. En Alemania, se puede conducir un triciclo con un permiso de conducir de coche, así que Nicole puede seguir a Piet y a la Breakout en el trike o montar en la Tri Glide junto con Piet. No tardaron mucho en decidirse por la Tri Glide. “Prefiero ir en moto con Nicole de pasajera”, confiesa Piet. “La Breakout es genial, pero la Tri Glide también es muy divertida y es la moto de paseo ideal para nosotros dos”.

Ambos no solo son miembros vitalicios del H.O.G.^® desde 2017, primero con el North Coast Chapter y, desde su disolución, con el Steelworks Chapter. Casi parece como si la vida en y con el Harley Owners Group fuera ahora tan importante para Piet como sus Harleys: “Creo que hoy en día es más este estilo de vida lo que me inspira, la gente a la que no tienes que explicar por qué haces esto o aquello, por qué llevas tatuajes o por qué te vistes de esa manera”.

Desde que Piet se jubiló, la pareja ha estado viajando. Incluso en 2021, el segundo año de la Covid-19, viajaron por Alemania, Austria (incluida una visita a la European Bike Week^®), Suiza, Eslovenia, Polonia, República Checa e Italia. En invierno, viaja regularmente con su autocaravana y el trike en un remolque hasta España, donde los dos hacen excursiones de un día desde donde acampan en la Tri Glide. Este verano, han puesto sus ojos en el Reino Unido. Entre otras cosas, quieren participar por segunda vez en el Rally in the Valley en Gales, visitar el Thunder in the Glens en Escocia y recorrer la North Coast 500. Ahora se sienten como en casa en toda Europa y están de acuerdo: “Vayas donde vayas llevando una Harley®, sientes que eres bienvenido, como si estuvieras llegando a tu propia casa. Para nosotros, ninguna otra marca encarna nuestra forma de vivir la vida como Harley-Davidson”.