California Dreamin’

El miembro italiano Pantaleone Staropoli ha acumulado la impresionante cifra de 50.000 km desde 2022. Aquí recuerda dónde empezó todo y comparte con nosotros una de sus últimas aventuras

Todo empezó un día de 2011, cuando visitaba a un amigo en Montreal (Canadá). Estábamos tomando una cerveza en un bar cuando, de repente, oí un rugido ensordecedor. Cuanto más se acercaba el rugido, más rápido empezaba a latir mi corazón. Me di la vuelta y era una Breakout^®. Por casualidad, había aparcado a pocos metros de nosotros. Nunca antes había visto una Harley-Davidson^® en la vida real y fue un amor a primera vista. Me juré allí mismo que haría todo lo posible por conseguirme una algún día.

Por diversas razones, pasaron 11 años antes de que pudiera cumplir aquella promesa, ¡pero al final lo conseguí! Y así, en mayo de 2022, compré mi primera Harley-Davidson: una flamante Low Rider^® S 117. Empecé a devorar kilómetros y a participar en varias rutas y eventos del H.O.G.^® por Italia, tanto solo como con mi compañera de vida, Nadia Sara Giumbo, de paquete. Cuantos más kilómetros acumulaba, más orgulloso me sentía de formar parte de este mundo.

Inmediatamente participé en la European Bike Week^® en 2022 y, tras unos seis meses y unos 10.900 km, decidí cambiar a un modelo Touring en previsión de las celebraciones del 120.^º aniversario en Budapest. Como resultado, en mayo de 2023, compré una Road Glide^® ST, una vez más a estrenar. Salimos para Budapest desde Calabria, y cuando regresamos a casa, el cuentakilómetros marcaba unos 4200 km.

Afrontar este viaje despertó algo inexplicable en mí. Esa misma noche, empecé a soñar con el gran viaje que me esperaba, el sueño de tantos motoristas… ¡la Carretera Madre! Así que lo hablé con mi pareja y empecé a prepararlo todo para hacerlo: solo yo, ella y la moto. En agosto, todo estaba listo: 2024 sería el año del sueño americano.

Salimos el pasado mes de mayo y finalmente aterrizamos en Milwaukee, Wisconsin, después de tres cambios de avión: ¡qué subidón de adrenalina estar en la ciudad que alberga la leyenda americana! Inmediatamente nos apresuramos a visitar el distrito Harley^® y, justo después, el Harley-Davidson Museum^™. Sentí una emoción indescriptible, un increíble sentimiento de comunidad y de pertenencia a una familia. Pasamos allí un día entero antes de iniciar nuestro viaje.

A la mañana siguiente estábamos listos. Cuando llegamos a la agencia de EagleRider de Milwaukee, había una nueva y reluciente Street Glide^® 117 esperándonos. La acaricié, la abracé y le dije: “Ha llegado el momento. ¡Haznos soñar!”

Salimos de Milwaukee y nos dirigimos a Chicago, Illinois, para iniciar nuestro viaje por la histórica Ruta 66. Miré la señal de tráfico de Chicago que marca el inicio de la ruta y apenas pude asimilarlo: Estaba allí de verdad, ya no era sólo un sueño. Emprendimos el viaje hacia Santa Mónica, California. Tomamos muchos desvíos, pero siempre volvíamos a la Ruta 66: Monument Valley, Four Corners, el Parque Nacional del Bosque Petrificado, Meteor Crater, el Gran Cañón, la presa Hoover, el Parque Estatal del Valle del Fuego y Las Vegas.

Pero la mayor emoción y sensación de libertad que sentí fue al cruzar el desierto de Mojave, justo después de Amboy, en California. Viajamos kilómetro tras kilómetro por el desierto sin ver ni oír a nadie más. Sólo yo, mi compañera en el asiento trasero y el maravilloso sonido de la Harley que conducía. Allí me hice una foto dando las gracias a mi moto y otra abrazando la carretera.

Al final, tocamos 12 estados diferentes y recorrimos un total de unos 5950 km. Cada parada, cada atracción, cada vista, cada persona que conocimos, fueron parte de una sucesión de emociones indescriptibles que llevaré en mi corazón el resto de mi vida. Y aunque ya he hecho planes para un viaje aún más largo en 2025, sé a ciencia cierta que nunca estará a la altura de esta última experiencia.

Las hermosas vistas que disfrutamos en la Carretera Madre y la alegría y sensación de libertad que sentimos fueron enteramente gracias a Harley-Davidson. Me permitió soñar y me dio ese espíritu de aventura y sensación de libertad que ninguna otra moto puede darme.

Puedes seguir las aventuras de Pantaleone en @harlion117 on Instagram.