De un juguete en el bolsillo a disfrutar de la carretera sin límites

El miembro de H.O.G. Diego «Cocorekejo» Rodríguez comparte la ruta que le llevó por los inolvidables paisajes volcánicos de Tenerife

Soy gallego y me apasionan las motos, la aventura y la naturaleza. Este es mi segundo año como miembro del H.O.G. Hace tres años compré mi primera Harley^®, una Nightster^® 1200 de 2009 que me encanta ir personalizando en mi tiempo libre. Hay algo increíblemente gratificante en convertir una moto en tu propio proyecto personal; se crea una conexión difícil de explicar.

Mi amor por Harley-Davidson comenzó cuando era pequeño. Una Navidad me regalaron una Harley en miniatura con un pequeño piloto. Era mi juguete favorito y lo llevaba siempre en el bolsillo. Todavía lo conservo hoy, 24 años después.

Cuando era adolescente, solía sentarme con mi padre a ver American Chopper. Fue la primera vez que vi una Harley personalizada y me fascinó todo el trabajo que había detrás de cada detalle – es algo que me quedó grabado.

Ahora, conocer gente de diferentes países, compartir mesa, celebrar juntos y recorrer paisajes increíbles con el rugido distintivo de las Harley ya no es solo un sueño de adolescente. Con cada kilómetro, se hace más real.

Mi último viaje por carretera me llevó por el Parque Nacional del Teide, en Tenerife. ¡Qué ruta tan increíble! Es un lugar que nunca olvidaré. Comenzamos la ruta en el Hard Rock Tenerife, luego subimos por la TF-38 y la TF-21 hasta El Portillo y la cima asfaltada del Teide. Desde allí, descendimos hacia Santa Cruz por La Esperanza, donde las sinuosas carreteras serpentean entre densos árboles a ambos lados de un asfalto bonito y bien cuidado. Estoy deseando que llegue mi próxima aventura. Aquí tenéis algunas fotos de los paisajes, además de mi “compañera de ruta” Gala, y mi querida Sportster.