Un sueño cumplido

En 2024, el miembro croata Nino Gakovic hizo realidad un deseo de toda la vida y se lanzó directamente a la piscina

Tener una motocicleta Harley-Davidson^® siempre había sido uno de mis sueños. Sin embargo, a medida que iba discurriendo mi vida, otras prioridades parecían pasar siempre por delante. Finalmente, con los 40 ya cumplidos, me di cuenta de que finalmente era el momento de convertir ese sueño en realidad. Mi esposa y yo habíamos hablado a menudo de comprar una moto para viajar, y estuvimos de acuerdo en que si comprábamos una, tenía que ser una Harley^®. Y así comenzó mi aventura…

El primer paso fue hacer un curso de conducción de motocicletas. Nunca antes había llevado una moto, pero estaba decidido a hacerlo. Terminé tardando casi un año en completar el curso, pero aún recuerdo la sensación de haberlo logrado. Estaba listo para dar el siguiente paso hacia ser propietario de una moto, pero el destino intervino de nuevo. Mi trabajo me llevó a Burdeos, Francia. En ese momento pensé, ¿por qué no comprar mi moto allí? Podría disfrutar de ella mientras estuviera en Francia y luego traerla de vuelta a Croacia. Después de todo, mi esposa y yo queríamos una moto de turismo, algo cómodo para viajes largos.

Tenía claro que quería que mi primera moto fuera muy manejable, así que mi elección estaba clara: la Harley-Davidson Road King^® Special. Había investigado y la Road King era exactamente lo que necesitaba para viajar largas distancias. Sin embargo, pronto llegaría el verano, el otoño, luego el invierno, luego la primavera y finalmente llegaba el momento de volver a Croacia, ¡pero aún no había comprado la moto! Ahora, mirando hacia atrás, todo parece un poco confuso, pero en un momento dado, simplemente entré en el concesionario de Burdeos e hice un pedido de una moto nueva.

El personal del concesionario fue increíblemente amable y servicial. Me ayudaron con todo el papeleo que necesitaba para la exportación, asegurándose de que todo saliera bien. Ahora era el momento de planificar mi viaje de Burdeos a Zagreb, un recorrido de unos 1800 km. Decidí tomar la ruta panorámica: hacia el sur, pasando por Toulouse, Niza, Génova, Milán, Venecia, Liubliana y, finalmente, Zagreb. Planifiqué el viaje en tres días y revisaba el pronóstico del tiempo en cada momento libre que tenía. El clima de principios de primavera podía ser impredecible, pero todo parecía alinearse perfectamente.

Dos semanas después, mi Road King Special estaba lista y yo, emocionado al máximo. Fue amor a primera vista. El personal del concesionario se sorprendió un poco cuando les dije que era mi primera motocicleta y que mi única experiencia de conducción provenía del curso de motociclismo que había tomado hacía casi un año. Y tenía que partir hacia Croacia al día siguiente…

Esa noche, me dirigí a mi hotel y pasé un rato practicando en un aparcamiento vacío cercano. Fue una experiencia angustiosa, pero no había vuelta atrás. La duda se apoderó de mí y no pude evitar preguntarme: ¿puedo hacerlo de verdad? Esa noche apenas dormí. A la mañana siguiente, a las 8 en punto, me puse en marcha.

Día 1: De Burdeos a Arlés (560 km)
A medida que iban pasando los kilómetros, se iban disipando mis dudas. El tiempo era perfecto, las carreteras estaban tranquilas y, con cada hora que pasaba, mi confianza aumentaba. Cuando llegué a Arlés, me sentía más a gusto con la moto. La Road King Special era un sueño para hacer kilómetros: suave, potente y sorprendentemente ágil para su tamaño.

Día 2: De Arlés a Milán (570 km)
El segundo día fue un poco complicado, ya que pasé de la campiña francesa al paisaje urbano de Italia. Las carreteras estaban más transitadas y tuve que circular con más cautela. Pero la Road King Special se comportó sin problemas en esta transición. Con cada parada para descansar y repostar, me familiarizaba más con la moto, con sus peculiaridades y sus puntos fuertes. La ruta por la Riviera francesa fue una experiencia inolvidable, y cuando llegué a Milán, supe que era capaz de mucho más de lo que había pensado inicialmente.

Día 3: De Milán a Zagreb (640 km)
El último día fue una mezcla de emoción y alivio: ¡lo había conseguido! La última etapa del viaje fue la más larga, pero para entonces, ya me había compenetrado de verdad con mi Harley. Recorrí los pintorescos paisajes de Eslovenia, crucé la frontera con Croacia y finalmente llegué a Zagreb. Fue un momento de triunfo y la sensación fue indescriptible. Era una victoria personal para mí y una constatación de que, a veces, salir de tu zona de confort conduce a las experiencias más gratificantes.

Lo primero que hice al llegar a casa fue llevar a mi mujer a hacer una ruta. Pasamos el verano viajando juntos, recorriendo la hermosa campiña croata y cubriendo más de 4000 km al cabo de un año. Fue todo lo que esperábamos y más. Comprar esa Harley-Davidson ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado. No solo por cumplir un sueño de toda la vida, sino que también nos unió más, creando recuerdos inolvidables en la carretera.

Mirando hacia atrás, es difícil creer que hace apenas unos meses era un completo novato, sin saber si podría siquiera hacer una ruta en una máquina tan potente. Hoy, me enorgullece decir que soy el propietario de una Harley-Davidson Road King Special, y que ha superado todas las expectativas que tenía. Esta moto no es solo un vehículo, es un símbolo de perseverancia, un recordatorio de que vale la pena perseguir los sueños, sin importar cuánto tiempo tardes en alcanzarlos.